Fue en 2016 cuando la startup valenciana Quaternium diseño un dron que volaba seis veces más tiempo que los del mercado. Su nombre era HYBRiX y, en enero de 2018, batió, por primera vez, el récord de vuelo de un dron con 4 horas y 40 minutos. En marzo de 2020 alcanzó las 8 horas y 10 minutos y, hace sólo unos días, ha puesto el listón aún más alto: 10 horas y 14 minutos.
Clave para completar este nuevo hito que es lograr el vuelo más largo de una aeronave no tripulada ha sido la asociación con el fabricante de sistemas de inyección electrónica de combustible –EFI por sus siglas en inglés– Löweheiser. A las 8:20 horas comenzó el vuelo del HYBRiX y aterrizó a las 18:34 horas, marcando un nuevo récord de vuelo de un dron.
El HYBRiX que se lanzó es una versión experimental que partió con un tanque lleno de 16 litros. Llevaba instalada la EFI más pequeña del mercado –creada por Löweheiser–, especialmente diseñada para este tipo de aviones no tripulados, que, gracias a su pequeño tamaño, se pudo integrar en el dron sin que este perdiera ninguna prestación y manteniendo su peso casi igual.
La CEO de Quaternium, Alicia Fuentes, aseguró que están “convencidos de que la cooperación con Löweheiser es una oportunidad única para desarrollar nuevas capacidades y cumplir nuestros ambiciosos objetivos para 2021. Esta colaboración va muy bien y estamos seguros de que será realmente beneficiosa para ambas partes”.
Una de las principales mejoras que afectan al dron HYBRiX cuando se le une este EFI –que sólo pesa 40 gramos– es que, además de aumentar notablemente su tiempo de vuelo, tiene la capacidad de adaptarse a los cambios en las condiciones del clima.